jueves, 30 de diciembre de 2010

Un satélite zombi se arregla solo y vuelve a funcionar


Si extraña fue la avería del satélite Galaxy15, igualmente sorprendente ha sido su autorecuperación. Se trata de un equipo de telecomunicaciones, de dos toneladas, que el pasado 5 de abril, posiblemente debido a los daños producidos por una tormenta solar, dejó de responder a los comandos del centro de control y empezó a desplazarse desde su lugar en órbita, a 36.000 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre. Sin embargo, sus equipos de comunicaciones seguían funcionando, por lo que se convirtió en un satélite zombi, una seria a menaza para otros artefactos en órbita a los que podía aproximarse, causando interferencias y comprometiendo la calidad de los servicios. El Galaxy 15 ha estado descontrolado hasta la semana pasada, cuando se agotaron completamente sus baterías, entonces se reiniciaron automáticamente sus sistemas de a bordo y empezó a responder a las órdenes recibidas desde tierra.


El Galaxy 15 "ha dejado de suponer un riesgo para otros satélites o para los clientes de los servicios de comunicaciones", ha declarado la empresa propietaria del mismo, Intelsat. De momento, tras recuperar el control del artefacto, los responsables han hecho las pruebas preliminares de su estado y le han enviado órdenes para ponerse en modo de seguridad. El plan es situarlo en una posición orbital estable donde los ingenieros puedan someterlo a un examen exhaustivo con la intención de ponerlo en servicio de nuevo. El artefacto fue lanzado al espacio hace cinco años y está diseñado para funcionar 15, por lo que le debería quedar mucha vida útil por delante, aunque tras el incidente y los ocho meses de zombi han podido acortarla, informa Space.com.
Al quedarse descontrolado, el satélite dejó de apuntar correctamente sus paneles solares hacia el sol, lo que a la larga ha sido su salvación porque al quedarse las baterías exhaustas es cuando se ha reiniciado automáticamente. El tiempo que ha tardado las baterías en gastarse completamente ha resultado mucho más largo de lo que se estimó en abril.
Tras la extraña avería del Galaxy 15, Intesat tuvo que desplazar otro de sus satélites a la posición que había quedado sin cobertura para garantizar los servicios de comunicaciones a sus clientes. Además, el zombi ha pasado en estos meses cerca de otros artefactos en órbita. Aunque en ningún momento ha habido peligro de colisión, dicen los ingenieros de la empresa, han tenido que mantener una estrecha vigilancia de la situación en órbita y preparar maniobras de seguridad junto con los responsables de esos otros equipos para evitar interferencias.

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