
Con el rechazo del Senado al DREAM Act hace unos días las cartas están echadas: 2011 será uno de los años más duros en acciones punitivas contra los inmigrantes. Pero también, según algunos observadores, tiempo para que el presidente Barack Obama y el Senado, aún demócrata gracias al voto de los latinos, demuestre coraje político.
"Nuestro voto fue el dique que detuvo la inundación republicana en el Capitolio", dijo Angie Kelly, del Centro para el Progreso Americano (CAP). "Ahora esperamos igualmente que esos senadores demócratas lo sean para defendernos".
El panorama no es el mejor, tanto a nivel federal como en algunos estados, que intentarán aprobar más y más medidas antiinmigrantes.