La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, visita al presidente de Bolivia durante su convalecencia en el hospital por una operación de rodilla.
El presidente boliviano, Evo Morales, ha recibido este lunes a la ministra de Exteriores española, Trinidad Jiménez, en el hospital donde se recupera de una operación de rodilla. El mandatario fue intervenido quirúrgicamente la noche del sábado en una clínica privada de Cochabamba, a 400 kilómetros al este de La Paz, por una tendinitis rotuliana en la rodilla izquierda.
"Lo he visto muy bien y muy animado", ha contado Jiménez, que se encuentra en Bolivia de visita oficial para preparar programas de cooperación y organizar la reunión que mantendrá Zapatero con Morales a principios de diciembre.El presidente boliviano, postrado en la cama y tapado con una sábana, ha dicho que se sentía bien y dispuesto a recuperarse "lo antes posible" para que los médicos le permitan volver a jugar al fútbol, una de sus grandes pasiones. "En tres meses puedo volver a la cancha, pero sin rodillazos", ha asegurado Morales con tono de arrepentimiento después de la agresión en la entrepierna el pasado mes de octubre a un funcionario de la alcaldía de La Paz - perteneciente a la oposición- , durante un partido amistoso.
Morales, de 51 años, permanecerá ingresado hasta final de semana en la clínica privada de Los Olivos y después comenzará la rehabilitación de su rodilla izquierda, la contraria de la que le hizo célebre tras el mencionado incidente.
El presidente agradeció el gesto de Jiménez de desplazarse en avión desde La Paz hasta Cochabamba para verse con él durante su estancia en el país andino, que concluirá hoy martes. En declaraciones a la prensa española, Morales ha aprovechado para mandar un "saludo especial al compañero", José Luis Rodríguez Zapatero, al pueblo de España, al Gobierno y al rey Don Juan Carlos. También tuvo unas palabras de recuerdo para la reina Sofía- "mi enfermera, mi médica"-, por darle unas pastillas para curar el resfriado cuando estuvo en España antes de su investidura como presidente en enero de 2006. "Gracias por toda la cooperación, por toda la solidaridad, amistad y confianza entre dos países que tienen mucha historia, como Bolivia y España", ha añadido Morales.
Jiménez se ha mostrado complacida tras la visita al líder indígena, con quien ya se había reunido en varias ocasiones cuando era secretaria de Estado para Iberoamérica. "No podía marcharme de Bolivia sin visitar al presidente", ha declarado la jefa de la diplomacia española. En sus elogios a Morales, Jiménez ha destacado que siempre ha estado dispuesto a resolver "cualquier diferencia entre "dos pueblos hermanos" a través de una conversación "franca y sincera".
Para hacer más llevadera su convalecencia, la ministra española le regaló un surtido de jamón ibérico, mientras que a su homólogo boliviano le entregó una camiseta de la selección española de fútbol. Morales obsequió a Jiménez con un chal de vicuña.
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